Discoteca Studio 54 - Historia y curiosidades

Fundada por Ian Schrager y Steve Rubell, los antiguos reyes de la noche que fundaron la discoteca mas legendaria de la historia. 

Según dice en el documental que hay disponible sobre el club, Ian Schrager recuerda aquellos tiempos avergonzado. «Es una vergüenza que nunca voy a poder quitarme de encima». Los años 70 les sonreían hasta que los dos amigos terminaron en la cárcel por evasión de impuestos.

Todo comenzó en la universidad

Ian Schrager nació en Brooklyn y estudió derecho por que es lo que querían sus padres, pero des afortunadamente estos murieron antes de que Schrager cumpliera los 24 años. Su padre era sastre, y su madre ama de casa. 

Schrager y Rubell se conocieron en la Universidad. Rubell había comprado un restaurante que solo le daba pérdidas y Schrager trabajó como su abogado para las gestiones con los acreedores. Poco más tarde Schrager le propuso montar un club nocturno y abrieron primero uno en Queens y poco más tarde en el barrio de Manhattan, en un estudio abandonado en la 54th Street.

La ley nunca les terminó de intimidar, finalizaron las obras sin solicitar el permiso y abrieron la discoteca el 26 de Abril de 1977 en un sitio que no tenía licencia ni para vender alcohol. Para justificar (muy vagamente) su actividad solicitaban licencias temporales de 24h de catering para sus fiestas.

El éxito llegó cuando otros locales se pusieron en contra de Studio 54

Por razones obvias, los propietarios de otras discotecas y establecimientos cercanos se pusieron en contra de Studio 54 y no permitían que ningún profesional trabajase con ellos. Esto les complicaba muchísimo la labor de encontrar personal cualificado para Studio 54, por lo que tuvieron que buscar personal como técnicos de sonido e iluminación en teatros de Broodway.

A raíz de contratar a profesionales de teatros para su equipo técnico, surgió un ambiente experimental que terminó convirtiendo la discoteca en un auténtico espectáculo. La decoración y atrezo mas originales que se había visto entonces en un club nocturno se encontraba en Studio 54, así como sus diferentes sorpresas como la lluvia de globos, serpentinas o purpurina. Además, había zona de mesas donde podías permanecer sentado para disfrutar el espectáculo con prismáticos que prestaba la sala.

Otra clave del éxito era que Rubell se paseaba por toda la sala con los bolsillos de su abrigo repletos de dinero y drogas, mientras Schrager apenas se le veía salir del despacho.

Rubell gestionaba el derecho de admisión, que no queda muy lejos de lo que nos encontramos hoy en día en muchas discotecas. Lo mejor de todo es que gracias a su don de gentes, conseguía que los clientes no se sintieran ofendidos al denegarles la entrada.

Un derecho de admisión gestionado por Rubell hace que muchas discotecas de la actualidad se sientan avergonzadas al lado de Studio 54. El derecho de admisión de la sala se hizo tan famoso que la TV acudía a entrevistar a las personas que se habían quedado fuera mientras que los socios alegaban estar haciendo todo lo posible para que las personas se sintieran cómodas unas con otras dentro de la sala.

Esta parte de la historia fue la mas conflictiva ya que no les importaba si la persona que estaban dejando fuera era algún "pez gordo".  Esto les trajo las primeras denuncias por carecer de licencia de actividad, y en este momento los dos socios contrataron a Roy Cohn (antiguo abogado y mentor de Donald Trump).

Los libros de cuentas de Studio 54

Cohn consiguió solucionarles los asuntos legales a los socios, pero eso solo fue el principio... El 14 de Diciembre de 1978 apareció en el local un antiguo trabajador junto a dos policías y varios inspectores de hacienda. El antiguo trabajador les asegurada que Studio 54 no declaraba todo el dinero y les revisaron el libro de cuentas donde encontraron una ridícula hoja titulada "Pasta para nosotros", donde había apuntes que sumaban más de 3 millones de dólares.

¿Studio 54 y la mafia?

La sala no dejaba de tener visitas policiales y Schrager y Rubell volvieron a solicitar la ayuda del abogado Cohn, esta vez con menos suerte ya que solo consiguió cabrear a los agentes. 

En este momento comenzaron las investigaciones buscando algún tipo de relación entre Studio 54 y la mafia italoamericana. La sospecha tubo origen tras salir a la luz que el padre de Schrager supuestamente había trabajado para un gánster. 

Poco mas tarde el FBI aseguró que no encontraron ninguna relación con la mafia, pero si que descubrieron otras actividades ilegales como evasión de impuestos, por lo que fueron condenados a tres años y medio de cárcel. El día antes a su encarcelamiento organizaron una enorme fiesta en Studio 54.

En la cárcel, avergonzados y perdiendo la dignidad

Sobrevivieron y consiguieron salir con una reducción en su condena al convertirse en testigos del gobierno. Hacienda les propuso su colaboración en la búsqueda de otras ilegalidades en otros clubes nocturnos, y aceptaron para pasar menos tiempo en prisión.

Al terminar su condena, continuaron siendo socios, esta vez hoteleros, creando el concepto del "hotel boutique". 

Rubell murió en 1989 y Schrager se encargó de que tuviera un entierro multitudinario (como a él le habría gustado). Schrager asegura que trabajar solo ya no es lo mismo, «Ya no tengo un cómplice. Ya no es tan divertido. Pero la vida sigue».